Carmen susurró al oído de Juan, su marido, las que quizás fueron sus últimas palabras antes de morir: "La suerte cambiará, os cambiará, seguro Juan, os cambiará, cuando el niño se entere de que tu no eres su padre seguro que os cambiará..."
La biología no es lo más importante cuando la cosa va de amor. Si fuera así solamente nos enamoraríamos de familiares y no es así. Entre padres e hijos, lo importante es estar ahí cada día, verlos crecer y crecer y aprender con ellos, ser el apoyo que necesitan para comprender un poco más el mundo que les rodea y que se si se caen, alguien que les quiera les ayude a levantarse.
12 comentarios:
No sé cómo llegas a estos pensamientos Antoñito.
Me pregunto si Juan se enteró también en ese momento.
O lo mismo no, que a veces la biología es insignificante…
Kisses
O quizás solo pondrá todo en su lugar...
Biko grande...siempre.
Desde luego... parece el último capítulo de Falcon Crest
¡Qué bueno! :D
La biología no es lo más importante cuando la cosa va de amor. Si fuera así solamente nos enamoraríamos de familiares y no es así. Entre padres e hijos, lo importante es estar ahí cada día, verlos crecer y crecer y aprender con ellos, ser el apoyo que necesitan para comprender un poco más el mundo que les rodea y que se si se caen, alguien que les quiera les ayude a levantarse.
y que más da, lo importante es el cariño.
Hay tantas posibilidades como personas lo leen. Por eso el trabajo duro del microrelato lo pone el lector.
Saludos
Antonio
Pues si fuese mi caso no me cambiaría nada. Si la cabra es mia el chivo es mio.
Adiós, un abrazo.
P.E. La tia era una hija de puta buena, ¿que no?
Fijo...
Saludos.
Antonio
¡Joder con la señora!
Un saludo.
Capazarros, tras la muerte, siempre suelen aparecer verdades...
Saludos
Antonio
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