Fin de un proyecto, nuevos sueños vendrán

Hoy he escrito mi última entrada en uno de los blogs que nacieron de este Callejón de los Negros, nave nodriza de mis andaduras por los blogs y otras fronteras... y como ocurriera con El Blog de un Padre y Arroyo Garabato, La Cuarentena Sevillana también concluye su ciclo.
Han sido 228 entradas durante cinco años, muchas lunas y muchos días de vísperas contando, siempre a mi manera, lo que le ocurre a una ciudad y a muchos de sus habitantes cuando se acerca la Semana Santa. 
El hilo de unión de todas estas letras, algunas fotos y muchas ganas de disfrutar escribiendo fue Internet, la pasión heredada y por supuesto, Sevilla. Estos son los tres vértices sobre los que conformé esta figura geográfica donde durante un lustro he intentado plasmar otras visiones y otras formas de entender muchas cosas que quizás estábamos acostumbrados a verlas bajo un único prisma. La Cuarentena Sevillana nunca fue ni blanco ni negro, intentó ser tan variada como los matices de los rayos de luz que, no lo dude nadie, seguirán entrando por la mañana de un día de primavera para despertarnos la pasión que el invierno dejó aletargada.

Bajo nuevo formato o tras otro telón volverán estas crónicas algún día, no es un adiós, es un hasta pronto.
Un abrazo.

Antonio 

La distancia

Cuando lo lejos está muy lejos y lo cerca muy cerca.
¿Dónde te metes tú?
O cómo decía La Unión ¿Dónde estabas cuándo te necesité?
Cuando lo lejos está muy lejos y lo cerca muy cerca, ahí, sin duda, la distancia es el olvido.