Todo terminó en el mes que tenía que terminar. Tantos años sacando tierra para ir agrandando el agujero que al final encontró acomodo en él. En el oeste americano los condenados a muerte no eran obligados a cavar su tumba. Les quedaba algo de dignidad. Ahora no. La pala lleva labrado en oro las palabras deuda externa y bajo los nuevos soles de la regularización y el ajuste económico seguimos engordando a los que llevan tirantes... sinceramente, deberíamos volver a empezar. Sin excepciones.
4 comentarios:
la cosa está muy mal!
Sin una sola excepción!
Besos.
Me recuerda la viñeta de El Roto del sábado
http://www.elpais.com/recorte/20111126elpepivin_3/XLCO/Ges/20111126elpepivin_3.jpg
Gracias por las visitas y ¡especialmente por los comentarios!
Nos leemos.
Antonio
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