Nadie comprendió para que había ido allí. Todos con sus grandes problemas y servidor con su sufrimiento inexplicable, esa sensación de vacío que deja eco en el desarrollo de los pensamientos. Ellos con sus problemas tan analizados tan del color de la miseria humana pero servidor con su duda llevada al abismo no era nadie.
Al abismo....
Nadie podía explicarme esa sensación extraña que tuve al descubrir que el norte y el sur no se unían en el sitio que la piedra se encontraba con el océano, en aquel acantilado contra la fuerza del aire y espuma marina o en la misma ensenada de Cee.
3 comentarios:
A veces no es que caigas en el abismo, sino que, sin darte cuenta, te ves rodeado de laderas que debes escalar para seguir el camino.
Ahí el eco suena también en ese vacío profundo en el que te encuentras sin tú haberlo deseado.
A veces esas laderas elevadas te las ponen otros y tú irremisiblemente ya quedas en el abismo.
El abismo siempre nos acecha, a veces incluso es respuesta!
Mil besos.
Mayte, cuando se ve desde lo alto del salto que lo atraviesa, ahí ya es respuesta.
La cara oculta de la luna puede ocurrir cuando uno se está quiero y se mueven los demás....
Nos leemos.
Antonio
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