Rozando la frontera de septiembre se respira tanta ilusión por los
nuevos proyectos tantas fotos de viajes impensables en las redes que me da cosa ahora cumplir mi misión. Tengo también mi corazón. Podrás pensar que viniendo de tan lejos pueda estar ausente de sentimientos. No, no es así. También he llegado a amar y a reir con los míos, y sentirme bien con los demás. Y algo queda, joder, algo queda. Algo quedaba. No debo flaquear y cumplir las razones por las que llegué hasta aquí. Irán cayendo uno a uno pero permíteme una frivolidad, algo propio del siglo XXI, un gusto especial, un placer personal. La primera cabeza en explotar que sea la del cuñado que publicó en Instagram que él ya sabía lo del planeta nuevo que se parece tanto a la Tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario