El dolor de cabeza se le fue extendiendo hasta que le llegó a la punta del dedo gordo del pie. Entonces fue cuando empezó a crecerle una uña que tras alcanzar varios metros comenzó a doblarse como la concha de un caracol. Cinco años después descubrió que los cuernos que remataban su cabeza nada tenían que ver con su mutación en molusco gasterópodo.
2 comentarios:
Kafkiano! Cinco años es mucho tiempo!
Joana, todo depende del grosr del cuero cabelludo ;-)
Un abrazo
Antonio
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