Noviembre

Todo terminó en el mes que tenía que terminar. Tantos años sacando tierra para ir agrandando el agujero que al final encontró acomodo en él. En el oeste americano los condenados a muerte no eran obligados a cavar  su tumba. Les quedaba algo de dignidad. Ahora no. La pala lleva labrado en oro las palabras deuda externa y bajo los nuevos soles de la regularización y el ajuste económico seguimos engordando a los que llevan tirantes... sinceramente, deberíamos volver a empezar. Sin excepciones.