Recupero esta entrada de Diciembre de 2008, que escribí para uno de mis blog que ya llegó al final de su viaje, porque me sigue pareciendo muy cruel que la burocracia se cargue la imaginación. Cualquier burocracia, cualquier imaginación.
Me
pregunto quien tuvo la magnífica idea de convertir este buzón de
Correos en una seta. Un buzón y una seta guardan muchas similitudes pero
sobretodo una evidente, se esconden en ellas muchos de nuestros sueños.
Me pregunto quien tuvo la magnífica idea de convertir este buzón de
Correos en una seta. Y sobretodo porque no fui yo. Por qué no tuve esa
genial idea. Cuando voy a echarle una carta, me apoyo en su sombrero colorao y
le digo en voz baja donde quiero que la mande y noto que se hace el
remolón. Me pregunto quien tuvo la magnífica idea de convertir este
buzón de Correos en una seta.