Te escribo esta carta sin pararme a pensar, sabes de que va el tema. Hemos estado hablando de ello muchas tardes, en lo de Carla, mirando al mar (como dice la canción...), sí, tantas tardes, tantos atardeceres mortecinos que llevan consigo el cansancio de la ociosidad. Tardes de verano, me matan, me engullen, sin nada que hacer. Siempre en lo de Carla, tomando mate, y a mi que no me gusta tanto como para adorarlo pero parece que crea un cierto ambiente porteño que os abre los poros. El mate. Me agrada su final, como el atardecer mortecino. Dice Leo que allí escribió ella sus primeras poesías, su primeras líneas de amor y se fumó más canutos que el resto juntos. Poetas. Tomo mate con reservas y no fumo porros. Y te escribo para que sepas que sigo vivo. Después de diez años he decidido volver a esos atardeceres donde se mastica la miseria humana. Ociosos frente al mar que devora vidas. Nosotros leyendo a Lord Byron y a Rosalia. Ellos braceando. Desde que me fui no he vuelto a escribir. Quizás, la hipocresía en vena con la que nacimos, ahora se nos vuelva en contra. La ociosidad es mi droga. Me confieso. Soy culpable de querer abandonar el mundo del que no debí salir. Llegaré a la estación el martes. Manda a Bosco con la Wolskvagen, llevo todo lo que tengo. Llego para quedarme.
Siempre tuyo,
C. L'aurel
Siempre tuyo,
C. L'aurel
14 comentarios:
Hay veces que se dice mucho más que lo que está escrito. Es uno de los detalles que me encantan.
Un abrazo Antonio.
La ociosidad, cuanto uso yo ahora esa palabra… terminología a un lado no es nada, encierra más que ese mate del que no querría ver el fondo, como el de este mes que cuando acabe me hará mas vieja, y lo peor, sin ganas de volver, o tal vez si… sería interesante saber a dónde… En fin, el sentido se ha derramado y no sé lo que me has hecho con esta entrada…
Kisses
Hay tanto y tanto en esa carta, estoy con el aguaó.
Reconozco mi pasión también por la cultura porteña; a pesar de no haber estado allí personalmente y ni siquiera haber probado el mate. Me bastan algunos tangos ensuciados por los años.
¿Las horas, donde pasarlas y cómo?
Las horas eternas son duras, muy duras
Por un momento me he transportado a ese lugar con esas gentes, y a esas calles llenas de ambiente y miseria muchas veces.
Ociosidad una palabra que encierra una infinidad de matices dentro.Pero al fin y al cabo encierra tiempo, malgastado o nó pero tiempoa fin de cuentas.
Como siempre genial Antonio.
Besitos
Si huimos por la razón que sea, si nos distanciamos y luego volvemos, es que hay una parte de nosotros mismos que nunca se marchó de aquel lugar, pese a que no se fumen porros ni aguantemos el mate...
Siempre volvemos al inicio de nuestra vida.
Cuando somos niños soñamos con ser mayores.
Cuando somos mayores en ser niños.
Cuando uno abandona algo es por que lo necesita,pero también hay que tener claro que el pasado siempre viaja con uno mismo .....
La Canina seguirá cavilando .....
Hay una frase que leí una vez que dice: Al lugar donde has sido feliz no deberías volver...
Pero yo no estoy del todo de acuerdo.
Estupendo texto.
También me tira lo porteño algo.
Pues yo, con "sólo" 26 años a mis espaldas, no puedo tener ninguna certeza, pero pienso que quizás sea cierta la frase que dice nuestra Dama: al lugar donde has sido feliz no deberías volver. Así quizás sea la única forma de preservar esa felicidad.
Un saludo.
Un disparo de luz, una luz cegadora.
Ahora lo entiendo todo, has vuelto a estudiar. ¡Qué bien te hace! y si además le sacas otro tipo de provecho, mejor que mejor.
1abrazo
Preciosos Antonio,tienes un blog muy bonito.
www.patissier.mforos.com
Buenas:
Entiendo perfectaente a Dama cuando comenta que no las tiene todas con aquello de comprender que al lugar donde se fue feliz no se debiera volver ... y sin embargo, yo ya he experimentado esa sensación y ya he llegado a comprender por qué no se debe volver.
Esta entrada, a parte de encantarme, me remonta a otras vivencias y otros momentos ... "te morías por volver con la frente marchita ...", y es que "no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió".
Un abrazo (y gracias por tu comentario).
Aguaó confieso que hay más detrás pero es que muchos de lo textos que me salen son confluencias de ideas que me bombardean. Son caminos...
Manijera del caos con tus primaveras como hablas de envejecer. Fíjate que las olas del mar siempre vuelven al mismo sitio. Eso sí, muchas veces hacen daño y otras veces se llevan lo malo. No son ociosas, hay que huir del mar en calma...
Luz de gas, ¡ay! Siglo veinte, Cambalache ...Pero que el siglo veinte es un despliegue
de maldá insolente ya no hay quien lo niegue,
vivimos revolcaos en un merengue
y en el mismo lodo todos manoseaos.. En una próxima sentada recuperaré Nueve Reinas y atacaré el mate.
Lisebe tiempo tiempo tiempo, ¿enemigo o aliado? Besos.
L. Valki Nunca se regresa de un sitio con todo lo que te llevaste. A Carla y a Leo no las convencerás con lo último...
Canina que bien se ven las cosas desde ahí arribita, las clavao, llevamos el pasado en la chepa y algunos en las ojeras.
Dama, eso ¿era del flaco jiennense? Estoy contigo hay que ser valiente y plantarle cara a eso viajes de ida y vuelta.
Zapatera a la felicidad no hay que preservarla, debe esponjarse del pasado. Pero es cierto que es un viaje complicado, el del tiempo...
jrfr, pues a lo mejor vas a tener algo de razón en lo de la luz ..., el sábado espero convencerte de que empieces tu blog ... de viajes... ¿Berlín para empezar?
Anejo bienvenida a este rincón. Y nos leemos en los blogs de los peques...
IZQ vivir esa experiencia te hace fuerte, y como he comentado, hay que volver para saber que será la última...
A todos los que os preocupáis por leer estas historias. Gracias.
Antonio
La edad cronológica es un referente, pero solo eso… cada día tengo una edad diferente… cosas del caos, pero deberías ver con las ojeras que me levanto a veces… Cronos siempre fue despiadado, nada nuevo bajo el sol…
Kisses
Exacto, del flaco.
Publicar un comentario