El plan B

Entré dentro hasta donde me dejaron pasar. Me volví sin bajar la cabeza pero pensando en otra cosa. Una extraña intuición me había hecho suponer que aquello podría ocurrir. Y me gustaba saber que me conocía a mi mismo aunque quizás algo tarde para sacarle jugo al descubrimiento. No entendía muy bien que me había llevado hasta allí. El guardacoches, Simon Pete o algo así dijo que se llamaba debía de saber algo porque me arrojó al aire las llaves al verme cruzar el umbral. Vuelva usted mañana -me dijo- y ofreció su mano para que le depositaran las llaves de un BMW plateado que acababa de frenar justamente detrás rozando mi viejo 124 de fabricación nacional. No le contesté pero tenía claro que antes iba a probar fortuna en otro lado. En el otro lado.

8 comentarios:

Juan Duque Oliva dijo...

Siempre hay que echar un vistazo al otro lado, siempre.

Un abrazo

panterablanca dijo...

Si a uno no le quieren en algún lugar, más vale marcharse. Seguro que en otro lado será más apreciada nuestra presencia.
Besos selváticos.

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Si es que con ese nombre tiene que ser el guarda Rumano por lo menos.
Sacúdete el polvo de las andalias nos dijo el Señor que hiciéramos al marchar de dónde no nos querían.
Saludos

Juan Antonio González Romano dijo...

El otro lado suele ser mejor, Antonio.
Un abrazo.

Híspalis dijo...

Hay que mirar a un lado y a otro siempre, no cabe más opción...

Un saludo.

Joana dijo...

Por probar que no quede. Pero sobretodo no te juegues la comida de tus hijos en los casinos!

Juanma dijo...

Casi estoy con el profe: el otro lado, incluso el más oculto de los lados, es siempre el mejor.

Un fuerte abrazo (estuvo usted genial en "La Radio de los Blogueros" -la caña a la comida astronauta fue memorable- ¿Os fuisteis a comer a otro lado?)

Antonio dijo...

Luz de Gas, hay que darse oportunidades y rebajar el nivel de exigencia que tenemos sobre nosotros mismos que normalmente nos agobia. Otro abrazo.

panterablanca, y si es posible dejarlos antes mejor aún. La intuición felina viene muy bien.Besos.

No cogé ventaja, ¡miarma!, ¡ay! si hiciéramos más caso a nuestros corazones y quitar tanta palabrería para llegar a la esencia. Saludos

Juan Antonio ¡Y tanto! Pero lo malo es salir de donde se erró.
Un abrazo.

Híspalis.. inventaron la calle de en medio... Saludos.

Joana ja ja ja ja ... es genial.... una de las mil posibilidades.

Juanma, incluso ese que no veremos nunca. Te echamos de menos el viernes, esperaba ver de nuevo al hombre de las mil voces y al salir nos dejamos llevar por una extremeña que conoce la Alameda como si fuera la plaza de España de Badajoz, y salió todo chapeau... Un abrazo.


NOS LEEMOS.
Antonio