Mi hermana siempre le decía a mi sobrino cuando era pequeño y volvía triste del colegio por que algún compañero le había dicho o hecho algo, que les dijera:" No ofende el que quiere sino el que puede", en castellano suena raro.
Buena definición, pero yo me quedo con la de Jacinto Benavente que cita lisebe. Muchas veces nos tenemos que comer las lágrimas y la rabia para no parecer ordinarios y de esta forma no quedar a la altura del que te ofende. Mi admiración para Voltaire que, aunque ya no está de moda, siempre fué rabiosamente irónico.
Pues no sé si estoy muy de acuerdo.Yo opino que la buena ironía, la mejor, tiene que ser esencialmente fina, y por tanto, nada ordinaria. Besos selváticos.
Entendiendo la ordinariez como la ruptura de lo establecido, de la urbanidad asumida, es necesario buscar vías que puedan exponer las controversias usando la excelencia.
La noche ha sido chunga, tenemos un virus en casa que no se va ni pagándole, y tanta agua mineralizada ha debido afectarme, o no. Ta luego.
Y muy real, ¿acaso nuestra ironía no nace del dolor, la verguenza y la pena que nos generan algunas situaciones que enfrentamos con humor para no perder el Norte?
12 comentarios:
Si tú lo dices…
Reconozco que a veces me da miedo pasarme de irónica; pero vamos, ahora lo tengo controlado, en la adolescencia era terrible.
Kisses
Muy aguda sinceramente!!!
Pero que te parece la de Jacinto Benavente:
"La ironía es una tristeza que no puede llorar y sonrie"
Besos
Se usa cuando es necesario.
Para mi el genio de la ironía es Brecht que hizo de ella y del sarcasmo su arma de combate.
Saludos
Mi hermana siempre le decía a mi sobrino cuando era pequeño y volvía triste del colegio por que algún compañero le había dicho o hecho algo, que les dijera:" No ofende el que quiere sino el que puede", en castellano suena raro.
un poco de ironía siempre va bien... sino que monótono sería todo...
bss
Más excelencia que ordinariez, pero esta es, casi siempre, imprescindible para alcanzar la ironía...
Buena definición, pero yo me quedo con la de Jacinto Benavente que cita lisebe. Muchas veces nos tenemos que comer las lágrimas y la rabia para no parecer ordinarios y de esta forma no quedar a la altura del que te ofende.
Mi admiración para Voltaire que, aunque ya no está de moda, siempre fué rabiosamente irónico.
Saludos
Rosa
Pues no sé si estoy muy de acuerdo.Yo opino que la buena ironía, la mejor, tiene que ser esencialmente fina, y por tanto, nada ordinaria.
Besos selváticos.
Y quizás también el sarcasmo, aunque debo confesarte que, como don Anselmo, me gusta utilizar ambas.
Un abrazo.
Entendiendo la ordinariez como la ruptura de lo establecido, de la urbanidad asumida, es necesario buscar vías que puedan exponer las controversias usando la excelencia.
La noche ha sido chunga, tenemos un virus en casa que no se va ni pagándole, y tanta agua mineralizada ha debido afectarme, o no. Ta luego.
Antonio
La de Benavente, la mejor.
Y muy real, ¿acaso nuestra ironía no nace del dolor, la verguenza y la pena que nos generan algunas situaciones que enfrentamos con humor para no perder el Norte?
La mía, sí, desde luego.
La ironía, dulce comentarista, sale desde donde antes se punzó y ahora surge la llama pero con la precaución de la experiencia. t´has pasaoooo
saludos
Antonio
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