Cinematógrafos Corona Center

Escucho por la radio que han cerrado estas salas, y escucho que el periodista destaca especialmente que no se sabe que pasará con estos locales, qué pondrán nuevo allí. ¿Cual es el futuro?

Y este hombre no planteó ni de pasada, ¿qué fue de su pasado? No nombró ni de refilón que allí disfrutamos del buen cien mucha gente. No habló de La linterna roja de Zhang Yimou, ni nombró Fresa y chocolate de Tomás Gutiérrez Alea. ¿Le escuchó alguien comentar algo de La doble vida de Verónica de Kieslowski? ¿y de Delicatessen de Jeunet y Caro? Nada de nada.

Cuando derribaron los Cines Rialto nadie en la radio comentó nada de aquellas 24 horas de cine donde conocí a Jim Jarmusch en Bajo el peso de la ley junto aquellos tazones de colacao caliente entre película y pelicula o en otra ocasión a El marido de la peluquera de Patrice Leconte.

Nadie habló contando las cosas que habían pasado en el Cine Becquer o en el Multicine Azul Florida. Nadie cuenta nada de eso en los periódicos del día.

3 comentarios:

el aguaó dijo...

Todos los periódicos tienen unas hojas dedicadas a la prensa rosa, pero no se habla de estos pequeños detalles que dejan huérfanos de películas sitios inolvidables.

Poco le queda a Alameda Multicines, y me temo que el Cine Cervantes aguanta como puede, aunque es una auténtica delicia. El paso del tiempo y la llegada de los centros comerciales con cines incorporados hacen el resto.

Un abrazo amigo.

Anónimo dijo...

Que pena, la noche del jueves unos cuantos amigos nos reunimos para asistir al último pase.
Cuantas películas , cuantos sueños...
Eran mis salas de cine cuando venía a Sevilla, cruzaba el rio...
Cuando volví me reencontré con ellas..., ibamos semanalmente a los estrenos...
Que pena del Cinematógrafos Corona Center.
Gracias por la entrada, yo no he podido escribir nada, no he podido...

Ricardo J. dijo...

Se me paso por alto esta entrada, que me ha estrangulado de nostalgia.

Esas salas pequeñas del Corona...alli venían peliculas con poco nombre, y salian por la puerta grande para salas de mayor capacidad. Alli vi Delicatessen, alli vi Cyrano de Bergerac, y tantas otras que traen recuerdos de menos años, mas ilusiones y muchas osnrisas.

Se nos fue el Regina, el Rialto, el Becquer, el Delicias, el Apolo, el Fantasio, el Azul, ahora el Corona. Cambian los tiempos, pero no se si cambiamos nosotros. En todo caso, fuimos afortunados de paladear el cine en esas salas (¿recordais las entradas aun sin informatizar?)

Las salas de los centros comerciales no tienen, ni por asomo, una pizca de encanto. Tendremos que contarles a los que vengan como era eso de quedar para ir al cine en el casco histórico.

Por lo visto..es verdad eso de que "pasa la vida".