RUTA DE LAS MINAS DE TEULER
Sábado, 14-11-98
Punto de partida : SANTA OLALLA DEL CALA
Punto intermedio : MINAS DE TEULER
Punto de llegada : SANTA OLALLA DEL CALA
Distancia : 14 Km.
Indicación básica : seguir siempre las líneas rojas y blancas pintadas a lo largo del recorrido, el camino a seguir viene dada por la dirección de las dos líneas paralelas.
Llegamos a Santa Olalla en coche y lo aparcamos en una de las calles que hay cerca de la subida al castillo y a la iglesia. Exactamente en la c/ Colón. Siguiendo esta misma calle en dirección a las afueras del pueblo llegamos al punto de partida. Puede observarse un cartel indicando la ruta. Este recorrido es circular, pudiéndose hacer la ida por un lado y el regreso por otro, la ida y la vuelta por el mismo, e incluso haciendo una mezcla del mismo ya que el recorrido forma una especie de 8, más o menos.
El recorrido casi en su totalidad es llano, sólo unos 500 metros del principio y otros 500 metros a mitad de recorrido presentan pendientes considerables. Destacar que salvo en la parte de las minas , el resto del camino puede definirse con tres simples palabras : olivos, encinas y cerdos. Lo primero y lo segundo os rodeará en todo vuestro recorrido y por lo tercero no tendréis que hacer mucho esfuerzo para ver una buena piara de cochinos.
Nuestra idea era, en principio, hacer la ida por la antigua vía del tren que llevaba a las minas de Teuler y la vuelta por el camino. Y así empezamos, andando por el camino que sale por la izquierda del cartel (desde este mismo punto se ve al frente como asciende por el horizonte), cuando se llevan unos 600 metros (los de la subidita) giramos a la derecha en un cruce claro y andamos ya por la antigua vía del ferrocarril minero. Durante un rato tendremos siempre, a la derecha y en lo alto, el Castillo de Santa Olalla. Así será durante los 2 km. siguientes que recorreremos tranquilamente, pasando por la vieja estación de tren (a la derecha), una antigua almazara (a la izquierda), una balsa de alperchín (a la izquierda), dos cruces de caminitos que debemos ignorar salvo que queramos regresar de nuevo al pueblo. Tras este tramo hacemos un giro a la izquierda siguiendo siempre el sendero y empezamos a darle la vuelta al Cerro del Viso ( 677 metros) y esto será durante 3 km. En este tramo tendremos siempre a la izquierda dicho cerro y en la parte final, a la derecha, el Barranco de El Teuler. Cruzamos este seco riachuelo a la altura de un cortijo rotulado como Nava Mona (o algo así, es que no me acuerdo). Nos queda la parte más cercana a las antiguas minas, y recorriendo una distancia de algo más de 2 km. llegamos a la abandonada cuenca minera, no sin antes pasar por un paso escarbado en la montaña y mucho más húmedo que el resto del recorrido. Tras pasar una verja abierta de par en par, la vía del tren se acaba y nos encontramos ante una gran pared de tierra. ¡¡Ojo!!, el camino continua metros antes por un sendero que sale por la izquierda y se interna entre árboles. Trepamos por la pared de tierra y nos encontramos ante una llanura llena de grandes piedras, y sobre una de las cuales nos comimos el bocata.
Se puede investigar andando un poco para adelante y se van viendo zonas excavadas, a nosotros no nos sobraba el tiempo así que decidimos emprender el camino de regreso, echando una última mirada hacía el Norte. Bajamos la pared y emprendemos este nuevo camino, menos llano pero realmente precioso (me recuerda a ciertos bosques que he visto en fotografías de Navarra) durante 500 metros llegando hasta el Cortijo Paco Marín. Aquí las indicaciones nos llevan a una verja que está cerrada con un alambre bastante enroscado, no como muchas de las que los senderistas encuentran a su paso y en las que es lícito quitar y poner el candado o cerrojo (lo importante para los dueños de los terrenos es que se quede todo cerrado y así no se escape el ganado). Pero entraron las dudas aunque el camino indicaba por allí (esto nos lo confirmaron unos cazadores más tarde), anduvimos 500 metros siguiendo otros senderillo que recorría la finca pero que no llevaban a ninguna parte, aunque, insisto, me quedé maravillado con este paisaje de puro otoño. Un poco cabreados por lo de la verja volvimos hacía atrás por el mismo camino, durante 5 kilómetros hasta llegar a uno de los cruces, concretamente al más ancho, que está más cercano a la vieja estación y que en la propia encrucijada tiene una casa abandonada.
En este punto y por cambiar de aires giramos a la izquierda y durante un poco más de 1 km. bastantes caballos. Entramos en el pueblo y seguimos toda la calle Blas Infante hasta el final donde está la indicación de la que partíamos. Por cierto, qué agradable sensación la de entrar andando en un pueblo.
Nota 1 : Como complemento a la ruta puede verse el castillo e iglesia de Santa Olalla, y pasear por sus calles, ya que parece un pueblo realmente tranquilo. El camino por el que se empieza andar antes de coger la vía del tren sigue hasta lo que llaman Los Llanos de San Pedro a menos de 6 km. y luego a la izquierda sube hasta las mismas minas de Teuler. Desde Cala , andando 7 km. puede llegarse también a estas minas. El mapa es el topográfico del ejercito 11-37.
Nota 2 : De haber tenido más tiempo y más experiencia y, por supuesto, de haber pasado la cancela podríamos haber visto la huerta del cortijo, un pozo, un pilar, una alberca, una noria y hubieramos subido a lo más alto de la mina para poder ver lo que no vimos, el agua de colores debido a la influencia de los minerales, la casa del ingeniero, el dispensario médico, la vieja escuela, el poblado minero y a lo lejos la Sierra Norte de Sevilla. Pero en fín, hay motivos para volver, eso sí , más temprano.
Libro gordo de Petete : ¿Sabías que el trazado de este tren minero cargado de hierro llegaba hasta San Juan de Aznalfarache?
Llegamos a Santa Olalla en coche y lo aparcamos en una de las calles que hay cerca de la subida al castillo y a la iglesia. Exactamente en la c/ Colón. Siguiendo esta misma calle en dirección a las afueras del pueblo llegamos al punto de partida. Puede observarse un cartel indicando la ruta. Este recorrido es circular, pudiéndose hacer la ida por un lado y el regreso por otro, la ida y la vuelta por el mismo, e incluso haciendo una mezcla del mismo ya que el recorrido forma una especie de 8, más o menos.
El recorrido casi en su totalidad es llano, sólo unos 500 metros del principio y otros 500 metros a mitad de recorrido presentan pendientes considerables. Destacar que salvo en la parte de las minas , el resto del camino puede definirse con tres simples palabras : olivos, encinas y cerdos. Lo primero y lo segundo os rodeará en todo vuestro recorrido y por lo tercero no tendréis que hacer mucho esfuerzo para ver una buena piara de cochinos.
Nuestra idea era, en principio, hacer la ida por la antigua vía del tren que llevaba a las minas de Teuler y la vuelta por el camino. Y así empezamos, andando por el camino que sale por la izquierda del cartel (desde este mismo punto se ve al frente como asciende por el horizonte), cuando se llevan unos 600 metros (los de la subidita) giramos a la derecha en un cruce claro y andamos ya por la antigua vía del ferrocarril minero. Durante un rato tendremos siempre, a la derecha y en lo alto, el Castillo de Santa Olalla. Así será durante los 2 km. siguientes que recorreremos tranquilamente, pasando por la vieja estación de tren (a la derecha), una antigua almazara (a la izquierda), una balsa de alperchín (a la izquierda), dos cruces de caminitos que debemos ignorar salvo que queramos regresar de nuevo al pueblo. Tras este tramo hacemos un giro a la izquierda siguiendo siempre el sendero y empezamos a darle la vuelta al Cerro del Viso ( 677 metros) y esto será durante 3 km. En este tramo tendremos siempre a la izquierda dicho cerro y en la parte final, a la derecha, el Barranco de El Teuler. Cruzamos este seco riachuelo a la altura de un cortijo rotulado como Nava Mona (o algo así, es que no me acuerdo). Nos queda la parte más cercana a las antiguas minas, y recorriendo una distancia de algo más de 2 km. llegamos a la abandonada cuenca minera, no sin antes pasar por un paso escarbado en la montaña y mucho más húmedo que el resto del recorrido. Tras pasar una verja abierta de par en par, la vía del tren se acaba y nos encontramos ante una gran pared de tierra. ¡¡Ojo!!, el camino continua metros antes por un sendero que sale por la izquierda y se interna entre árboles. Trepamos por la pared de tierra y nos encontramos ante una llanura llena de grandes piedras, y sobre una de las cuales nos comimos el bocata.
Se puede investigar andando un poco para adelante y se van viendo zonas excavadas, a nosotros no nos sobraba el tiempo así que decidimos emprender el camino de regreso, echando una última mirada hacía el Norte. Bajamos la pared y emprendemos este nuevo camino, menos llano pero realmente precioso (me recuerda a ciertos bosques que he visto en fotografías de Navarra) durante 500 metros llegando hasta el Cortijo Paco Marín. Aquí las indicaciones nos llevan a una verja que está cerrada con un alambre bastante enroscado, no como muchas de las que los senderistas encuentran a su paso y en las que es lícito quitar y poner el candado o cerrojo (lo importante para los dueños de los terrenos es que se quede todo cerrado y así no se escape el ganado). Pero entraron las dudas aunque el camino indicaba por allí (esto nos lo confirmaron unos cazadores más tarde), anduvimos 500 metros siguiendo otros senderillo que recorría la finca pero que no llevaban a ninguna parte, aunque, insisto, me quedé maravillado con este paisaje de puro otoño. Un poco cabreados por lo de la verja volvimos hacía atrás por el mismo camino, durante 5 kilómetros hasta llegar a uno de los cruces, concretamente al más ancho, que está más cercano a la vieja estación y que en la propia encrucijada tiene una casa abandonada.
En este punto y por cambiar de aires giramos a la izquierda y durante un poco más de 1 km. bastantes caballos. Entramos en el pueblo y seguimos toda la calle Blas Infante hasta el final donde está la indicación de la que partíamos. Por cierto, qué agradable sensación la de entrar andando en un pueblo.
Nota 1 : Como complemento a la ruta puede verse el castillo e iglesia de Santa Olalla, y pasear por sus calles, ya que parece un pueblo realmente tranquilo. El camino por el que se empieza andar antes de coger la vía del tren sigue hasta lo que llaman Los Llanos de San Pedro a menos de 6 km. y luego a la izquierda sube hasta las mismas minas de Teuler. Desde Cala , andando 7 km. puede llegarse también a estas minas. El mapa es el topográfico del ejercito 11-37.
Nota 2 : De haber tenido más tiempo y más experiencia y, por supuesto, de haber pasado la cancela podríamos haber visto la huerta del cortijo, un pozo, un pilar, una alberca, una noria y hubieramos subido a lo más alto de la mina para poder ver lo que no vimos, el agua de colores debido a la influencia de los minerales, la casa del ingeniero, el dispensario médico, la vieja escuela, el poblado minero y a lo lejos la Sierra Norte de Sevilla. Pero en fín, hay motivos para volver, eso sí , más temprano.
Libro gordo de Petete : ¿Sabías que el trazado de este tren minero cargado de hierro llegaba hasta San Juan de Aznalfarache?
Quisiera dedicar este texto a Esteban que actualmente está pasando una mala situación familiar, ya que fue con él y su entrañable y añorado perro Portor con quienes hice este camino.
5 comentarios:
Como complemento a la ruta puede verse el castillo e iglesia de Santa Olalla, y pasear por sus calles, ya que parece un pueblo realmente tranquilo. Querido Antonio, este punto es un detalle que puede convencerme por sí solo a realizar este camino.
Nueva crónica de senderismo que me ha encantado. Muy a tener en cuenta por cierto.
Y desde aquí le mando un fortísimo abrazo a tu amigo Esteban.
Y para ti otro, claro está.
Me está resultando muy interesante la lectura de tus rutas.
Un saludo.
Aguaó, mi amigo te agradece tus palabras. Me alegra te guste la crónica, intenté en su momento que no fuera una descripción al uso, sino que recogiera lo que sentía en cada tramo, y naturalmente, las dudas de todo caminante...
Sirena que sueña músicas gracias por tus palabras y sobretodo por pasearte por aquí, que somos de secano ;-)
Fueron escritas estas crónicas con la idea de transmitir los pensamientos de un caminante que aprende con cada paso que da.
Un fuerte abrazo a los dos.
Antonio
Te estoy preparando una sorpresita, sobre una ruta, en unos días la tendras
Claro que llega hasta San Juan de Aznalfarache, porque la compañía que explotaba las minas se llevaba la materia prima desde el puerto de mi pueblo hasta Bilbao. Hubo un tiempo en el que San Juan tenía vida.
Sólo por nombrar a mi pueblo, te pongo un enlace en mi blog. www.lamaquinadeescribir.wordpress.com
Seguiré atento a tus escritos.
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