Cosas de mi gente
Trabó la tarde amistad
con un copiado aguacero
que vino al traste a dejar
las faenas del tarero
pendientes de otro tajar.
Los maduros van con furia
pero contentos los mozos
porque este agua de lluvia
les reportará alborozo,
romances, cantes, tertulia;
proyecto de risa y gozo,
de espaldas a la penuria
en un fogarín ociosos.
Trabó la tarde amistad
con un copiado aguacero
que vino al traste a dejar
las faenas del tarero
pendientes de otro tajar.
Los maduros van con furia
pero contentos los mozos
porque este agua de lluvia
les reportará alborozo,
romances, cantes, tertulia;
proyecto de risa y gozo,
de espaldas a la penuria
en un fogarín ociosos.
Cada vez que me detengo a leer este poema, inicio de un libro precioso (Gavilla Flamenca, de José Belloso, en Signatura Flamenco) que recoge mucha sabiduría flamenca, mucho amor y desamor, mucho y bueno de nuestra tierra, de nuestros campos, y decía que cuando me detengo a leer este poema, pienso y reflexiono lo que una circunstancia particular como es la lluvia afecta de forma distinta a cada uno, según su condición, según su espíritu, según su edad.
Y me acuerdo de la Andalucía perdida y de la cultura del campo, y de todos esos jornaleros y braceros que tanto trabajaron y tanto contribuyeron a nuestra gozosa libertad actual. Contribuyeron con sudor y sangre.
Y para terminar, un regalo, pega el oído al principio de esta colombiana, ¿eres capaz de intuir el final?
Donde se baña y se peina
la mulatita veinteña
tiene aguas cristalinas
paridas por verdes breñas,
y orillas de arenas finas
con palmeras ribereñas.
La razón la siento extraña.
A mi fuego le echa leña
esa curva femenina
que tiene la caribeña.
Acalora lo que enseña.
Lo que tapa ... se adivina.
la mulatita veinteña
tiene aguas cristalinas
paridas por verdes breñas,
y orillas de arenas finas
con palmeras ribereñas.
La razón la siento extraña.
A mi fuego le echa leña
esa curva femenina
que tiene la caribeña.
Acalora lo que enseña.
Lo que tapa ... se adivina.
7 comentarios:
Un buen apunte sobre el tiempo que arrecia estos días amigo Antonio.
La verdad es que la lluvia es necesaria, pero es necesaria varios meses, y es una mala pata que caiga cuando las fiestas de primavera de nuestra ciudad hacen presencia. Soy más capillita que feriante, pero la verdad es que me da mucha pena que muchas personas pierdan el dinero invertido en la Feria por el agua, en una semana donde seguro pensarían sacar provecho.
Buena entrada amigo.
Un fuerte abrazo.
Es una verdadera lastima.
Muy bien hilvanado todo, si señor, digno de todo un Callejón
Precisamente mientras escribias tu entrada me encontraba yo en alborozo, cante, tertulia y quien sabe si romance. Una pena que pudieramos compartirlo. El poder del agua es mucho y se le ayuda con el rebujito... ni te cuento.
1abrazo
Pues sí Antonio, sólo tenemos el consuelo de la gente del campo que necesitaban el agua.
Como ya he dicho alguna vez, pasa unna buena Feria, si la autoridad y el tiempo lo permiten.
Kisses
Mala suerte la lluvia, pero sin ella, nos hubieramos perdido tu texto.Me alegro por la gente del campo. Enhorabuena
Para nuestra cultura de vivir y exteriorizar todo en nuestras calles, el agua es una espada de Damocles pero a la vez es la que da la vida.
Este jueves lloverá más.
Quería traer a este Callejón la obra de este poeta popular, y cualquier excusa me valía.
El poema en particular de la lluvia me encanta y constantemente reflexiono sobre él.
Nos leemos.
La colombiana terminaba ...
Qué bella es la mulatita
que hace rica mi visión.
Lo que siento no se quita
ni dándome un cahpuzón,
pero si ella me invita
algo pagará el fogón.
Y la vi.
Yo la vi. ¡Qué sensación!
¡Qué momento! No lo cambiaría
yo nunca en la vida
¡Ay, qué ensoñación!
Qué aunque sufro no me importaría
pasar tós los días
este sofocón.
Y una viñeta que han publicado hoy en internet que recoge la relación lluvia y fiestas que tenemos aquí en Sevilla...
Viñeta de Pablo P.
Saludos
Antonio
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