Un cuadro en mi azotea

Hemos subido a recoger la ropa a la azotea. He puesto la radio. Comenzaba Hora Veinte, las noticias. Se seca todo tan rápido. El tiempo es estupendo. Mi hija con las pinzas ha diseñado sobre el suelo una flor. Luego, cuando nos marchemos, las iremos recogiendo por colores. Antes inventaremos historias. Y la radio sigue sonando, mi amante de todos los tamaños la llamé un día, y es que siempre viene conmigo. Me gusta más escuchar hablar que oír música. Que agusto se está en la azotea. Sigue diseñando cosas raras con las pinzas, ya averiguaré. Sobre mi cabeza bombardeo de finales, de comienzos de historias para el blog. Tengo esta manera de meterme en los temas, envolverlos en mi mundo, con mis personajes, cada cosa que leo me lleva a otro camino, cada idea que surge termina al revés de como empezó, o en el olvido. Otro caso de maltrato a una mujer, en Córdoba está vez. Gala tiene una fundación allí que es una mezcla de la Florencia renacentista, de los Pitagóricos, y supongo que de aquella institución libre de enseñanza madrileña, eso me ha parecido al ver el reportaje que pusieron por la noche. Otro caso de maltrato. Y me acordé de mi estancia en el Poblado Alfonso XIII, en aquel aula multiusos donde impartí clases, esos días en la marisma, hasta el cuarto día no pude ver el paisaje que recorría. Días de lluvia. Abril aguas mil. Me vino a la memoria un cuadro que presidía las blancas paredes del centro. Cuadro que fotografié. Estaba dedicado a la mujer maltratada, mejor dicho, era un grito en forma de lágrima contra la violencia machista. No se quien es el autor o la autora. ¡Hora de ir al baño Lucía! . Últimas carreras del día. Buenas noches. Sigo pensando en una buena historia para el blog.

9 comentarios:

panterablanca dijo...

Pues seguro que la encuentras, de eso no me cabe duda, ;-)
Besos salvajes.

Juan Duque Oliva dijo...

A mi me parece que la encontraste, me has llevado a la azotea, no solo de tu casa con tu hija y sus flores, a la mía. Cuando más me gusta es a la hora del atardecer, con cientos de pájaros volando, los tejados, las cúpulas, el sol. En ese momento de relajación y en ese territorio "tan femenino", antes, es normal que te acuerdes de ellas, siempre nos tendriamos que acordar y ser capaces cuando somos espectadores de estas vejaciones de hacer algo

M. Andréu dijo...

No hace falta tener una historia para escribir.

Sólo hace falta escribir.

Un saludo.

Joana dijo...

Que suerte poder subir a la azotea, en mi casa está prohibido. No sé lo que se ve. Y tolerancia cero, evidentemente, yo conocía una a la que su pareja apuñaló y otra que ha tenido más suerte por el momento, muy triste y nadie está exento.

el aguaó dijo...

Amigo, he podido disfrutar de tu azotea, ver las figuras de tu niña, escuchar la radio, oler el perfume del suavizante de la ropa, y lamentarme contigo por la no extinción de elementos como los que salen en las noticias.

Un fortísimo abrazo.

Reyes dijo...

Comparto contigo el amante de todos los tamaños y las azoteas.
¡Cuantos momentos de mi niñez se han quedado en la azotea!
Correr metiendo la nariz entre las sábanas era todo un placer, y seo que todavía no se hacían los anuncios cursis de suavizantes...
Excelente entrada, y como dice Miguel, para escribir sólo hace falta eso, escribir.

Un besazo.

Anónimo dijo...

Como dice la Dama ..."Correr metiendo la nariz entre las sábanas era todo un placer"... y lo sigue siendo.

La gata Roma dijo...

Me ha encantado... tu niña parece adorable... y yo también me paso el día con la radio, sobre todo al dormir y al levantarme...
Las cosas vienen así, a mí también me pasa... Ya sabrás que los entendidos en la materias nos llaman: de atención dispersa... Pues nada, mi atención dispersa y yo funcionamos así...
Kisses

Antonio dijo...

¡Quedáis todos invitados a mi azotea!

Y TOLERANCIA CERO CON ESTOS DELITOS.


pantera albina la sigo buscando porque la búsqueda es lo mejor. Lo más salvaje del proceso. ;-)

m. en ocasiones, la escritura nos empuja y hay que dejarla porque de ahí puede salir mucho bueno. Otra cosa es la técnica.

Luz cada vez adoro más el territorio de lo femenino como tu le llamas, tantas cosas que nos querían vetar, al niño al pasar a ser hombre le robaban olores, sensaciones que te podían encasillar ... hemos mejorado...

Aguaó, Maríano nos queríamos bajar ninguno de la azotea, tenedlo claro, es un punto de encuentro secreto con el viento..

Dama sobre la radio tengo cosas pendientes, anoche mismo me desvelé y pase una hora magnífica con ella.

Manijera del caos no tenía ni idea sobre lo de la atención dispersa, tengo que averiguar más porque me parece me viene muy bien. Tengo una dificultad horrible para la concentración y no paró de fijarme en lo que me rodea.

Saludos
Antonio