Fe ciega
No me enrollaré mucho. Iré directo al grano. Quiero denunciarlo publicamente. Mi hermano está entrando en una profunda crisis por culpa de la inexactitud de los mandos a distancia. Vive enfrascado en este proyecto global de aprovechamiento de los recursos. Del espacio, del tiempo y como no, de la energia. Lo está poniendo todo en mitiempoesmio.blogspot.com, y está sufriendo mucho. Quiere algo imposible, se lo vengo diciendo desde hace semanas. No es posible controlarlo. Necesita saber que ocurre en esos microinstantes que hay cuando se pasa de un canal a otro. Tiene fe ciega en la instantaneidad.
¿Cuándo fue la última vez que viste un telediario?
¿Cuándo fue la última vez que viste un telediario? Fue un once de septiembre. Le contestó mientras seguía construyendo pajaritas de papel en aquella habitación tan blanca y tan perfecta. No hablaron más, y desde entonces son inseparables.
La llamada
Un viejo deseo le rondaba la cabeza. Una nueva sensación estaba a punto de recorrerle el cuerpo. Un nuevo escalofrío al pensar en lo que pudiera ocurrir aquel día. Ese día estaba a punto de llegar. Ese día había llegado. Le había llamado su agente al atardecer mientras intentaba ordenar los canales del TDT. Aquel aparato dichoso se le resistía. No había manera. Se le resistía, y llevaba así una semana. No había manera de deshacerse de aquellos canales yermos de contenido. Menos mal que aquella llamada cambiaría su vida para siempre.
Relatos breves enviados a Página 2 para su concurso de microrelatos del mes de Noviembre.
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